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Mostrando entradas de junio, 2009

Lugares por los que paso a diario.

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Reloj de sol Pasa la vida del hombre en el tiempo, su estación. Hoy cautiva su razón donde ayer perdiera el nombre, el adjetivo y pronombre. Sombra pueril y fugaz agua ligera en el caz. Cavila hazañas grandiosas: Ínfimas son estas cosas. La muerte es el capataz. Ladrillo y piedra Descansa tu piel viajero, tus viejos huesos cansados. Tus cabellos empapados de sol y sudor, te espero. Viandante pasajero llegado hasta este lugar Manda a tu sombra parar y escucha como silencia el barro toda presencia de tu tosco caminar. Lecciones del tiempo Hoy y ayer todo es quimera, sedentario o vagamundo, obediente o iracundo. En la enfática escalera de la solana a la era del árbol a la amapola. A la pena de una sola y errática dirección. En la nutrida ilusión de ser más que carambola. San Ignacio de Loyola en la piedra Fuente, zócalo, prefacio, cáliz de sagrada forma espada de fe y reforma de tiempo, devoción y espacio. Hoy las piedras de palacio no son lo que ayer solían, ni los rayos que traían amar

Heterodoxo

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Duele algunas veces ser tan diferente, parte de uno mismo, ave discordante. Sentirse Virgilio siendo el propio Dante, polilla en la noche, letra incongruente, humilde avelilla hábil e inconsciente. Aviso engañoso en un trato agudo, entre virtuosos ir siempre desnudo, agitado y loco sutil y ladino; y que te señalen por tu poco tino aquellos que quieren que te quedes mudo. Forma heterogénea, astro variable que recorre abruptos paisajes contrarios en vasos distintos de vicios diarios, pasar de lo oscuro y desagradable; con quien no te estima mostrarte amigable. Código de barras que nada organiza para una pizarra ser barra de tiza, dispuesto a ser todo menos juez injusto. Ser bastante monstruo y dar un buen susto, de algún universo la estrella nodriza.

Intentando versos

No encuentro las palabras, nuevamente coincido en el desliz de las figuras, me asalta el calambur en calenturas, observo mi pasión constantemente. Comprendo en inquietud más insistente la estancia de mis múltiples fisuras; disuelta en estas noches tan oscuras combina con más dudas en la mente. La búsqueda del sol quema lo escrito, deforma de perfil mi pensamiento y no halla su punzada de infinito. Proyecta un plano corto su aposento, en las líneas quebradas de mi grito que expresa trastornado lo que siento.

Sopa de palabras.

Era que se era un pájaro herido rotas sus dos alas que ya no son sueños sino dos secciones de un gran almacén. Dijo una señora: “¡que te vaya bien! en eso que pones tan grandes empeños, se te ve tan joven y estás tan perdido.” Ella se decía… esto es otra historia, no muy diferente sino comparable; opuesta en su seno, reglada al contrario. Ayer he comprado cierto diccionario que no aclara nada ni es un incunable de pequeñas citas faltas de memoria. Por la barbacana pasa tanta gente que estoy decidido a contar de nuevo lo que ayer contaba de un modo distinto. De tigre furioso me queda el instinto, mas por ser humano, discorde, me muevo tengo muchas ganas, lo sé, últimamente. Un resto me resta de rastro rebelde travieso y revuelto, amotinador, animoso y lábil, terco y turbulento Soy un torbellino, amarrado al viento, que no echa en olvido ser agitador, no esperando apenas que el seso se suelde. Con cada palabra voy soltando lastre, me digo a mí mismo que soy jacobino. Ando desde Jauja a l

Oblicuas y paralelas

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Me hablas un lenguaje tan preciso y significativo que tiendo a perderme camino de tu infinito, inserto en los idiomas peculiares ajenos a hombres y dioses, y sin embargo, tan cercanos a mí que darían una proximidad a mis horizontes. Son propios en sí, propios en conjuntos y subconjuntos típicos , enlazados en inconfundibles y adyacentes fronteras del inconsciente. Prueban en puridad los límites, casi exactos, que configuran una recta y sus vectores regidos por los términos impresos en la cabecera cardinal de tu sustancia. Sella conmigo y para mí los orbitales formularios en medio de una luz espectro atómica y supón que la cuántica es perversa en proporciones. Que su núcleo es divisible y se persigue como se busca un verano de cálidos atardeceres rojos y muy vagos; y sus medidas en la hoja de la acacia hacen que sea palpable el acento de los neones. Calcula que es elemental para no perjudicar el número indivisible por sí mismo y por su raíz. Reúnete o resúmete conmigo en la espiral viol

Acordes para una noche de San Juan

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Me atrapan tus ojos ardientes, extraños, quémame muy lento, como a un monigote, préndeme en su hoguera, -sin prisa-, con fuerza. Muérdeme la boca siquiera esta noche en la vivaz llama de San Juan. Oscura. Malgasta conmigo, las profanas voces, en la exuberancia del viejo aquelarre, tu figura móvil de rescoldo y goce. Tritura y fabula la historia, -ingeniosa-, la inmensa fatiga que raspa y me rompe. Fragmenta en el fuego las lenguas marchitas, háblame un lenguaje que nadie conoce. Deja el frío invierno marchito en la fragua, segaremos juntos los rojos carbones cuando en las antorchas la elegante Luna arribe imprudente sus nerviosas hoces. Un escalofrío de sal y amapolas vendrá de camino sin saber por dónde. Préstame tus alas joven hechicera. Devórame Mantis no te haré reproches, eres chispa y brasa en el mágico cosmos, y yo en tus espacios, sólo, un triste hombre. Yo puedo contarte si es que te apetece historias del fuego , que tú no conoces, de pueblos ignotos que nunca existieron, anti

Mi tiempo, el mío, a mí. 50 por mis 50

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Un mundo en sus elementos cósmicos y legendarios; planeta de solitarios censores sin argumentos; Atmosféricos portentos, prodigiosos asteroides. Ingenios que en solenoides -robótico sensuales- en dramáticos finales se presumen humanoides. Estupefactos dragones, vestigio de leviatanes, En embarazosos planes dan las taimadas opciones: Borrascas y anticiclones; son luchas por el poder, metas de hoy y de ayer, embargadas e inclementes, tupidas e inteligentes. ¿Qué nos debemos creer? Piensa que es todo tornado, tempestad de babilonia. Torrentes de colofonia En un diluvio atildado; es el hombre que anda errado por ventiscas ignorantes entre rezos militantes y pesadilla afiliada, carne de voto aliñada; figuritas diletantes. Es humo lo que se vende -en disfraz de ideología- poco más que fantasía que en cabeza hueca prende. La tempestad no se entiende. Nos sorprende el huracán. El delicado alacrán hunde su aguijón en vano en el anodino humano, trasmutado en edecán. Soy bastante nihilista debe s

El prisma de los tiempos

IV Se permiten la estafa, la usura, la encerrona, el ardid y el chantaje; el escarnio, la mofa, el ultraje. La violencia por toda cultura en provecho de la coyuntura. Se corrompen las urnas los votos si es absuelto en loor de devotos quien al cabo maneja el dinero aun se guie en flor de basurero. Hoy se llevan escrúpulos rotos. V Es conforme a derecho el apremio; la extorsión, la amenaza y el fraude son costes; y el timo se aplaude, nos gobierna de Hermes el gremio; el lengüeta es el digno de premio. Compatibles son Ate y Fortuna; campeando a sus anchas Hambruna que acompaña del brazo a Derroche. Opulento se muestra Fantoche si con Lerdo comparte tribuna. VI De los tiempos el prisma se muestra tan profuso en insignificancias de oropeles y falsas fragancias; es mediocre la llave maestra de apertura a la trampa siniestra. Aprobamos sin duda al pelele si en prime time nos lo dan por la tele. Que nos tomen por torpes muñecos ya está bien que no somos metecos de este Mundo; ¡qué esto ya hue

el prisma de los tiempos

El prisma de los tiempos I Admitimos palabras recortadas, exquisitas, vestidas de etiqueta que digan poco o nada, se respeta si vacías de ideas, limitadas resultando asequibles, delineadas. Interesan los textos más correctos, educados, formales, circunspectos; desprovistos de fondo y perspectiva, ordenados, con rumbo y con deriva. Se prohíben total: los insurrectos. II Se aceptan conceptos sin esencia, informes henchidos de ignorancia, porciones mundanas sin sustancia. Sujetos sumisos, con licencia, juiciosos que acaten la sentencia. Axiomas si no causan problemas, discursos cargados de anatemas, teorías secretas, desmesura, barnices que oculten la impostura, remilgos, melindres y pamemas. III Se autorizan mentira y engaño, integrismo parcial, disimulo. Son patentes la infamia y el bulo, el perjurio, el abuso y el daño. Se comprende el favor, el apaño. El cohecho es virtud y se alega. La honradez en ganancia se entrega cuando engrosa la cuenta corriente. Hoy es, todo, maniobra envolve

Azalais, con música

Sin que se me note me vi tan distante, Tan indiferente, tan roto y marcado, Tan esclarecido y tan asustado Como un molinillo de café al instante; Sin que se me vea fui tan disipado En el verde helado de tus peripecias, Redoma colmada de obscenas especias Las ganas de verte son cristal velado. Quizá te parezcan mis palabras necias O un rumor de olas, un ruido lejano, Una mariposa que muere en verano Y me da lo mismo si no las aprecias. Sabiendo que un día me diste la mano; Era necesario como arcón que guarda Las doradas telas de un humo que tarda En volverte loco con su olor insano. Igual que un borrico cargo con mi albarda Y ya no me importas, tan indiferente Como si no fueras el agua corriente Que no necesita quien su sed resguarda. Esta cancioncilla se muestra prudente, Ni se extralimita, ni te deja escusas; Es tan sólo un canto que las viejas musas Ponen en mi boca cercana y doliente.

Azalais, sin música.

Registraba el vaho de tus sentimientos en el daño de mis labios y un viento frío de niebla en el claro agitado de mi abierto deterioro emocional; sólo palabras desnaturalizadas salen de mi boca pero para que decirlas si no las escuchas. No pude convencerte: un pájaro herido no puede anidar bajo ningún tejado. No habrá invierno ni hielo que no atraiga mi mente fundida en desaliento Tú habrás pasado por mi vida sin detener el reloj del remiendo. Ahora que escucho derrumbarse los muros que nos sostenían -Sin música ni argumentos- puntuando los andamios grises, flacos y derrotados, tomo mis palabras, vuelvo a mi vida.

La gravedad de Urano, a Amparo dolida por que no la hemos comentado. También me pasa a mí cuando no me comentáis.

Te atrapa más no te engaña, irritantemente incauto, un laberinto conspicuo, en la gravedad de Urano. Incombustible tu aura -agrandando su tamaño- en la búsqueda constante de un símbolo ilimitado; en la estación de tu cosmos, sobre el caos del espacio, en el área interrumpida del alba de los mercados imaginas torpemente una inquietud sin atrasos. Como una lucha feroz -Polifemo sanguinario- reduces tu persistencia, en el número de agravios, a una batalla constante de aceptarte solo humano. El orden de tu existencia, es combate sin descanso, entre violentos girones de los perfumes más agrios, una sediciosa alfombra de conjuntos integrados; sin tregua vas del amor, ni quietud, al desengaño por no aliviar tu rudeza ni engendrar tu imaginario. Alternas con la discordia el cisma de los fracasos y sin romperte del todo hallas la paz tras los pactos. Inclemente para ti, solícito con tu daño, comprometes la armonía, aliado con los astros, en un aura sin preceptos ni falsos dioses soñados. Fausto

Principios matemáticos, A Gárgola.

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Dibújame un teorema consistente, sistema, que radique en el origen. Esbozo de las lógicas que rigen los hechos del guarismo continente. Simbólico lenguaje en la patente teoría de los números que erigen la regla conocida y se dirigen por medio de un contiguo pertinente. No hay nada que refute los factores que el método sin límite imagina, el área de la curva y sus vectores. Mas no se da la ley que determina los múltiples conjuntos y sectores que en modo de inferencia se elimina. Suponga que el complejo impar y primo es tal que fraccionado a conveniencia divide en la fusión a inteligencia y muestra las teorías en racimo. Valora el objetivo, monorrimo, en una paradójica valencia, que ampare en esta fórmula, secuencia, por una sucesión que no suprimo. Es todo lo que agrupo en el axioma de todo lo que expone el absoluto al orden de vacío al que se asoma El uno que es principio y atributo. Te otorgo in aeternum el diploma si el caso se resuelve en un minuto.

Mecánicas estelares

Exigencia suspensoria fuerza de cuerpos celestes, astrofísicas sus huestes, mecánica ondulatoria, radioactividad suasoria, relativismo infinito, determinante circuito de espacio y tiempo arbitral, categórico final. Filósofo gratuito. Contundentes conclusiones en elocuentes axiomas, discursos obvios de romas y bajas tardo facciones. Átomos versus protones, épico superlativos en imperios colectivos. Esclavos de fondo y forma según se dicta la norma con métodos coercitivos. Prudente al fin e inexacto en el equívoco juicio de corregir cada vicio, estricto per se y de facto. En conocimiento intacto sobre un rigor formidable. Extraes la variable desde un sofisma preclaro. Es como mínimo raro, conexo a lo comprobable.