Borrador de sol y luna. A Miquel.

Medidas del universo


en una sola jornada,

un minuto cierra el Mundo,

solas las horas abarcan.



La ilusión muestra imprecisa,

puntos, de incierta importancia,

confusos, que se distinguen

en la noche barbicana.



El rocío de unos labios,

venas que precipitaran,

un vaho azul de misterios

en la inocencia de escarcha.



Sereno de soledades

en precipicios de llamas

tras los yermos y ateridos

encierros en que se atrapan.



El silencio es una esponja

donde se destierra el agua

sumergida en perezosos

soliloquios de nostalgias.



La voz que ya no se escucha

desde el pasado se alza

detenida entre tristezas

pedigüeñas de esperanzas.



Pregón de un abril distinto

mascullado en las palabras

que asoman una tras otra

en un precinto de zarzas.



El olvido es la quimera

del tiempo que en añagazas

vuelve una y otra vez

sobre artificios de nada.



El límite, no es extraño,

busca la verdad exacta,

mas no llega a parte alguna,

es su fin y aquí se acaba.

Comentarios

ybris ha dicho que…
Sentido hoy tu romance a Miquel.
Tristemente bello.
El tiempo se cierra y deja dentro unos pocos puntos imprecisos, misteriosos, plenos, limpios, ardientes, silenciosos...
Tristeza -dices bien- pedigüeña de esperanzas.
La verdad del límite es esa:
quedarse en límite.
El resto es hacia atrás recuerdo, hacia delante esperanza.

Abrazos.
Tot Barcelona ha dicho que…
Simplemente bello. En realidad me considero un ni-hilista, un desesperanzado. Me mandaron desde Barcelona a esta esquina del mundo que conforta tu blog (fue Júlia)y, verdaderamente me gusta.

En el fondo del pozo.

Al fondo del pozo que es mi mente
que me lleva a cabalgar por las praderas
de montañas que no existen.

A ese pozo donde no hay soga que me eleve,
a veces le agradezco
que en el fondo me deje.
Anónimo ha dicho que…
Encantada de conocerte y agradecida por tus comentarios en mi blog, Enrique, aprovecho éste para dejarte un saludo. Iré conociéndolo.
Tempero ha dicho que…
Tu forma de hablar del silencio como esponja es como si me hubiese mirado en un espejo.
Soy nostalgico y silencioso, no lo puedo evitar.

Saludos renovados.
virgi ha dicho que…
Un continuo ir y venir sobre nuestros mismos pasos. Mientras el tiempo, inexorable cumple su cometido. Es , tal vez, el silencio el mejor aliado.

Un abrazo
Enrique Sabaté ha dicho que…
Amigo Ybris, el tiempo pasa nada más, ese es precisamente el límite.

Miquel, me inspiró ese reloj de sol que fotografías en tu blog, recordé que yo paso casi todos los días por delante de un reloj de sol y que ya escribí una décima sobre eso.

Sofía, lo mismo digo, me gustaron tus poemas.

Tempero, el silencio percibido como un atrapa ruidos.


Virgi, el silencio es una buena compañía.


Gracias por vuestra visita.

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