Cátaros
Murallas de Carcasona
corazón del país cátaro,
el estandarte y el lábaro,
la gárgola y la corona,
misticismos de gorgona;
...cruel espada, tiara
terrorifica dispara,
contra tu ser, su avaricia
en oropel de impudicia:
la vida que te matara.
La noche de las auroras
-el terreno enloquecido-
va el aire dando un silbido
por las piedras redentoras.
Te descolocas y azoras
...ante tanta intolerancia
que -a una rebelde fragancia
en las gentes bondadosas-
muerde y va trillando fosas
por la historia, es su sustancia.
corazón del país cátaro,
el estandarte y el lábaro,
la gárgola y la corona,
misticismos de gorgona;
...cruel espada, tiara
terrorifica dispara,
contra tu ser, su avaricia
en oropel de impudicia:
la vida que te matara.
La noche de las auroras
-el terreno enloquecido-
va el aire dando un silbido
por las piedras redentoras.
Te descolocas y azoras
...ante tanta intolerancia
que -a una rebelde fragancia
en las gentes bondadosas-
muerde y va trillando fosas
por la historia, es su sustancia.
Comentarios
Ya he visitado varias veces Carcasona y siempre me ha impresionado su ciudadela.
He vuelto a releer la historia de la cruzada albigense y de nuevo he sentido vergüenza de venir de donde venimos:
Impresionante la toma de Béziers, previa a la de Carcasona, con la matanza indiscriminada de más de siete mil habitantes (Terrible la frase del legado papal "¡Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos!") o la posterior de Lavaur (El señor Aymeri de Montréal y ochenta de sus caballeros son ahorcados, su hermana Guiraude embarazada es lapidada en el fondo de un pozo y cuatrocientos cátaros quemados vivos).
"...cruel espada, tiara
terrorifica..."
Quedémonos con la acertada música de tus décimas sobre ese recuerdo, sobre ese injusto disparo de la avaricia y del oropel de impudicia.
Y, por si fuera poco, la Inquisición que por entonces se creó para conseguir por la fuerza lo que las razones no lograban.
Un abrazo.
leyendo estas cosas,
bien sea con-verso
o canto sin prosa.
http://iiiencuentropoesiaenred.blogspot.com/
Abrazos
Jesús Arroyo