Flexibilidad literaria.

Perdidas la vergüenza y la premura


del hecho cotidiano y las comillas,

salvando las hieráticas presillas

del si o es no en qué es literatura.



Comienza el jeroglífico y procura

sin más unos borrones en letrillas

un texto que aun hinchado de pastillas

no pase de una tópica postura.



Inepcia intencionada y majadera

que resta cada adverbio y subordina

la frase antecedente a su manera.



Astucia de caldero y gabardina,

en un ser sin sazón, en un es fuera,

flexible en el azar que la declina.

Comentarios

Begoña Argallo ha dicho que…
Un modo muy personal de hacer poesía el tuyo. Me gusta.
Saludos
virgi ha dicho que…
Me asombras siempre.
¡Qué cofre guardas!
Besitos, artista.
Amparo ha dicho que…
Con la vergüenza no se va a ninguna parte; ¿literatura?, si revisáramos un poco se caería de golpe el artificio.
Saludos.
Marisa ha dicho que…
Me gusta esta flexibilidad
literaria en forma de soneto.

Un abrazo Quique

Entradas populares de este blog

Vestuarios

Reflejo en mi mismo