Al desamor.

De males de amores vienes bien servida,
tan desgobernada en esta tormenta
desacelerada, brutal y violenta,
que te descolocas y andas afligida.

Si hasta el salvavidas lo pusiste en venta
perdiendo de vista el noray del puerto,
quedaste sin agua en pleno desierto
y para remate pagas tú la cuenta.

Tanta nota suelta en este concierto
-de armónicos breves y allegros escasos-
va dejando huellas de ruido,  y traspasos
autocompasivos de ambos ojos tuertos.

Porque consideras tuyos los fracasos
poniendo tu empeño en sembrar en baldío
como se remonta la pena en el río:
si se caen al suelo se rompen los vasos.

Piensa en la guitarra que allá en el bohío
con las cuerdas roncas desentraña el duelo,
que aunque no te alegre ni otorgue consuelo
entre sus acordes hierve mate frío.

Este polo norte de camas de hielo,
de calles aprisa donde nadie llega,
verás que en sus artes a todos nos ciega:
empuja,  y de pronto te ves en el suelo.






Comentarios

TORO SALVAJE ha dicho que…
El desamor es el rey de nuestros tiempos.
Se merece el poema y una cálida ovación.

Saludos.
ileana ha dicho que…
Gracias Kikecito por dedicarle tu tiempo y pensamiento a esta realidad que me toca vivir, cuando menos me lo esperaba...
Y las estadisticas no hacen mas que reafirmar y confirmar que si, es el rey de nuestros tiempos. No puedo dejar de preguntarme por que, y a su vez me pregunto si vale la pena saber por que. Ya lo charlamos, dale? :-)
Un beso grande

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