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Mostrando entradas de septiembre, 2011

Mercados

Figuras globales de mundos exhaustos en la bancarrota de los mercaderes, que apuestan a manos de locos crupieres, dueños de los ases de oros y bastos. Que se encarguen otros de los rotos trastos, ellos en el gozo de extensos   placeres y aquel que no pueda viva misereres que no está la caja para tantos gastos. Hay quien les acusa falta de conciencia -por no saturarse y después   que sobre- inútiles juicios sobre la decencia son sólo palabras que no dan ni un cobre, quédese   el   resumen en esta sentencia: El que quiera gules que no nazca pobre

Retrato

Adeptos a las fauces del acero que siembran en racimo la penuria sus rostros encalados de lujuria imitan en la farsa al pordiosero. Filántropos del asco y del dinero marginan a quien temen con la  injuria meliflua charada que su furia aplica en caridades de ropero. Parásitos del sol de los comunes vestidos de exquisitos adelantos embarran los domingos y los lunes. Las moscas del vinagre, sus encantos, y el lujo de la usura que en betunes, podridos del olor, duelen a tantos.

Más esperaba.

 Madruga el ingenio por la antigua senda que baja a la playa de las utopías, vivo, en la esperanza de sus fantasías, sin asegurarse ni quedarse en prenda, en sus laberintos aunque no se entienda, inquieto y redondo como una borrasca, perdido en un cosmos de ilusa hojarasca que enreda los signos y los despereza en un arrebato, con gran ligereza, que al final resulta sólo chamarasca.* * chamarasca: leña menuda que prende rápido con gran aparato y que queda en nada.

Los cuatro soles de la Axarquía. A Rocío, Aurora, Rosa y Luisa.

En la tarde pulcra hallé la hermosura de las cuatro rosas ¡Luz de la Axarquía! Díjeles:  auroras,  por vos penaría alegre  el rocío de mi travesura, Luna y yerbaluisa,  mal de amor sin cura. Para bien serviros este caballero, trovador sin cuento y harto lisonjero, dejara sus predios viejos en Castilla por gozar, señoras,  cielos de vainilla, mares de biznaga, tomillo y romero. Quedeme  prendado de los cuatro soles, cautivo en los ojos de tanta belleza gentil  y creada por Naturaleza entre los carrizos y los girasoles, rehén de sus rizos y sus tornasoles. Hurís de la sierra, de la mar serranas quién feliz hubiera las cuatro mañanas por ir a los cerros y en atarazanas armase  galante graciosos veleros a contracorriente,  vientos zalameros que en graciosos versos conquisten sultanas. Radiantes y francas y tan retrecheras que En olas de espuma cascabelearan, como en realidades tormentas aclaran aun cuando el deseo vuela y es de veras, imagina y surca perfectas quimeras verás que no es fá

Aire de ahora mismo.

Se pasan los días con humo de lilas y espesos señuelos de inciertas presencias, además se juntan en ruido de ausencias las más perezosas causas que destilas: ecos diluidos en marchitas filas mientras todo pasa como en baratillo, revuelta la tierra a azada y rastrillo entre humores vagos de mitos celestes y lobos humanos obtusos y agrestes que se manifiestan en batiburrillo. Algo en la memoria se atasca y repite como en ese cuento que nunca se acaba, cuando en la estulticia torpe se desgrava la indecencia humana, y el amor se omite por que escandaliza que angustiado grite quien muere en olvido sin ser diferente, sino como todos, moneda corriente que engorda la bolsa del etéreo impío, nudo corredizo que da escalofrío. Gélido verdugo; dice que lo siente. En un aquelarre de "psicomanías" que arañan la sangre de las espesuras incógnitas breves de rotas figuras en un laberinto de "archiapologías"  teledirigidas en haces de guías. Todo se repone

Décimas a Thiago, que me dio el carnet de poeta y me aguantó la broma

Imagen
Justo es lo necesitaba, el documento expedido de vate iluso y perdido al que se le cae la baba. ¡Cómo que voy con cachaba! elegido del Parnaso que siembra estrellas al raso, nocturno y patibulario, tan tenaz y atrabiliario que envida* marcando el paso. Soy poeta con carné por tanto soy un "valé" de las musas y de Apolo y del bombo de manolo vino español y bufé. Aedu soy mas de chiste, un grano, acné, y hasta un quiste para la literatura. ¿Un bardo yo? Criatura: Un juntaversos que insiste. La poesía es otra cosa, un quejido alborotado, un numen extraviado, un vuelo de mariposa en la llama de un rosa, un camino sin respuesta a la sombra de una siesta en el asfalto de agosto, un destello a contraposto en la clandestina fiesta. Con gusto acepto el donaire aunque soy más bien coplero popular, barriobajero, que un trovador al desgaire, hombre que respira aire y sangre roja en las venas al que le vencen las penas como a cualquiera mortal y qu