Soneto, -inglés-, sin más.


Hoy la tierra brotaba de azucenas
con amargo dolor por los barbechos
y la carne librando sus cadenas
con un hondo gemido en nuestros pechos.
Alambrados los dedos a la esencia
de una voz fatigada en sus semillas
que nacieron mortales a conciencia
para ser horizonte de gavillas.
Hoy los cerros se esconden de la Luna
y en los olmos anidan gavilanes,
a la espera del día y su fortuna
suena un cántico hilado por chamanes.
El vacío es total y en su morada
tenemos una plaza asegurada.
Enrique Sabaté.

Comentarios

genessis ha dicho que…
Hola Enrique
Despuès de mucho tiempo regreso a leerte y es un enorme gusto "gustar" de tus poesias.
Te dejo un abrazo fuerte.

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