Canción. Folk. A Mountain View.

No soy ya lo puedes ver
aquel que tú te esperabas
ese con que disfrazabas
tus manías al querer.

Yo me di a las alcazabas
a las torres y mazmorras,
cocí pan con mazamorras
visto Kipás y chilabas.

No gasto balas ni porras
ni mato por lo divino,
no me inmolo en el camino
de gentes ni hago que corras.

Sigo mi propio destino
a pesar de los profetas,
me espantan las metralletas,
siegan nuestro desatino.

Me he apuntado a los poetas
que no escriben de fusiles
tantos desastres por miles
no en tantas glorias sujetas.

No me asustan los serviles,
cada quien con su conciencia,
sé que hay engaño en la ciencia
y verdaderos perfiles.

Ya dije que la experiencia
a veces enseña o no,
algo habré aprendido yo
a pesar de mi inocencia.

El diablo me cargó
las pilas y erre que erre
por más que algo malo encierre
me controlo en La, Si, Do.

No me pienses Robespierre
que yo con la guillotina:
leña para la cocina
que es muy feo ese archiperre.

Y ya metido en harina
como un gato enamorado
paso del suelo al tejado
con mi olor a naftalina.

Amo la canela fina
y en unos ojos la aurora,
soy su servidor señora
su Gerineldo, Agripina.

Me iría hasta Bora-Bora
si es que tuviera con qué
a dedo sé que no iré
ni a Usuhaia, no por ahora.

Un soñador, ya lo ve,
con pocas expectativas,
curioso y con ansias vivas
antes de darse el... ¡El fue!

Hasta escribo rogativas
y hagiografías de santos,
tengo amigos y son tantos
que hago de los tres escribas.

Contradicho cómo cuantos,
patrón solo de mi mismo,
¿solidario? un espejismo
de recibos y unos cantos.

Total, que es un silogismo
que me quiera usted querer,
eres muy grande mujer,

yo un tonto en el ostracismo.

Comentarios

Enrique Sabaté ha dicho que…
Haré un comentario.

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