Mejor no lo leas.
Pensaba sobre qué escribir, y sobre como y sobre sin según según sin por y para; y para de contar que yo no soy hombre de relatos ni de cuentos y eso que soy un cuentista de tomo y lomo o un embustero sin cabeza y con sombrero; da lo mismo o da igual, siquiera sabía si escribir en verso o en prosa florida o en barriobajero entre el argot y la germanía; es que pensaba y escuchando la radio oigo la voz de Charles Aznavour, no es de música de lo que se habla, sino del genocidio armenio a manos de los turcos; yo no voy a escribir sobre los innumerables genocidios y asesinatos en nombre de cualquier mierda de ideología o religión o cualquier otra hijaputada que se nos pueda ocurrir a los seres humanos para joder al prójimo y excluirlos de los nuestros, que eso se nos ha dado siempre de perlas; juro que iba a hablar de amor y del rabel; y por amor voy a escribir sobre lo que se me viene a la mente; por amor a mí mismo primero y a la raza humana después, que pensemos lo que pensemos, si es que no estamos ciegos, va caminando a pasos agigantados a autojoderse y con ella a la gran mayoría de los otros habitantes del planeta; pero como somos la especie elegida podemos hacer y deshacer sin ton ni son; sólo porque lo queremos todo y un poco más. ¿para qué conformarse con lo que tenemos? Claro que ese quererlo todo lo único que hace es alimentar la ambición, y en estas los hay que llegan y los que se quedan a verlas venir; eso sí, si encima poder alcanzar lo mínimo necesario a muchos les cuesta la vida y ¿otros? pues todo para ellos.
No es pesimismo que conste que yo estoy contento.
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