Miscelánea ciudadana
Un viejo salón y un loro borracho, una mandarina sobre la alacena, café en la cocina, menta y hierbabuena, se escucha en la calle silbar a un muchacho En el puerto viejo suena una sirena, rasca su voz ronca, ríe una gaviota, un besugo asoma con cara de idiota, sardinas y arenques se van de verbena. Un sioux saluda a la sexta flota, se acerca un casorio, van en limusina, aunque muy moderno huele a naftalina, reunión de pingüinos, rey, caballo y sota. Un bazar que vende pañuelos de china, da vueltas la piedra que afila cuchillos, habitan los parque madres y chiquillos no esperan visita del hada madrina. Peinan, fluorescentes, hachas y rastrillos, la primera piedra para el barrio nuevo, de las tres en raya una me la llevo, subido a una torre vuelo molinillos.