Dramaturgo decimal, a mi amigo Sergio Barreiro.
Balsero del escenario. Doctor en totilimundis. Rapsoda de mapamundis. Son montuno -que en Brumario- interroga solidario con el calor de las venas, en tres actos sin escenas, por el injusto y portátil ayuno de caña y dátil en el hombre; y no de penas. “Cigüeñuelo” persistente por los claustros de Alcalá. Papalote que se va en una nube ascendente sobre un rizo que insurgente de formalidad escapa. Más prefiere arroz y papa con rizoma de camelia -sabroso de psicodelia- que venera de gualdrapa. Tragicómico voraz de textos de Fo y Esquilo viste al Henares de Nilo -Jeroglífico y rapaz-. Busca en sus versos la paz -"Sensu estricto"- cual Cyrano de Guanahatebey - ¡Mi hermano!- Avista el mar, y flotillas veleras en las Antillas, en sí mismo este cubano.