Poetas

Esto escribió Stella:




"Rostro inacabado,
colmado de circunstancias,
gesta niños traviesos en el alma
y empeña su vida por un suspiro.



Escruta razones ilimitadas,
acuna miradas de rosas verdes,
hurga olores y mece melancolía,
saborea incertidumbres de pesares
y se extasía de la beldad idílica,
impensada.



Poeta,
siembra sinfonías en silencio,
musita coplas en noches de hidalguía,
pinta letras fantasmagóricas en sus versos
y ríe enternecido cuando llueve.



Es profesión (impagable) del perceptivo,
vive el submundo de los cuerdos idos,
amasa el viento con su pluma fiera,
columpia la filosofía de la nada
y colma de sonrisa
el vacío que se cruza con su alma."


Y yo le respondo:



Como, a tu manera, escribes derecho,
voy a responderte a renglón seguido
con unas coplillas, que tengo aprendido
que no ha de quedarse la estima en el pecho.

Nada hay acabado, el mejor provecho
-arrojado al mundo- es haber vivido,
si, aun, por tus palabras eres perseguido,
que el mero silencio es triste cohecho.

Dicen que es nostalgia a causa del daño:
cada sentimiento es libre gacela,
punzón que transita del ayer a hogaño.

Un surco trazado con la dulce hazuela,
una tracería en arco perpiaño,
un beso de nieve y tu luz, Stella.


Filósofo de cuentas de colores
que a las andas portase maniquíes
calculado en albarca y borceguíes
de rebajas sin lujo y sin amores.

Perseguido por los acreedores
con aspecto de viejos zahoríes
-esto no te lo esperas y sonríes-
fantamas, de mi predio, arrendadores.

En el pozo del agua se convocan
las ideas conspicuas y banales
y en la fuente de piedra se bilocan.

Torbellino de ingenios en pañales
que al albur de la sombra se equivocan
y caminan por hierros y cristales.