Imaginada realidad.

Jornadas de inmanencia en la clausura
de un roto intrascendente en el bolsillo
pintadas de ceniza y amarillo
marchito: el tulipán de la ternura.

En todo este rodar que es amargura
y sopa en alquileres de cepillo,
en puertas de antipático pestillo
tapiadas a benéficas locuras.

Al fin la realidad es lo decente
y rindo ante el botón de la evidencia
la imagen fantasiosa de la mente.

La clave es un paisaje en la conciencia
impreso en una página corriente,
secreta y subjuntiva por prudente.


Comentarios

Marisa ha dicho que…
Real o imaginado
no tiene importancia
este soneto tiene la esencia
de la buena poesía.

Sigüenza cada vez más cerca.

Un gran abrazo
TORO SALVAJE ha dicho que…
Por más que miro la realidad no le veo la decencia por ninguna parte.
Seré yo el raro?
Enrique Sabaté ha dicho que…
Tampoco veo decencia en la realidad aunque me tenga que rendir a ella.

Salud.

A Sigüenza no podré acercarme, tengo ese día actuación con el grupo.

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