Ocasiones y patrañas.

Tuviste la ocasión cara de almíbar

y ahora te lamentas de tu suerte.

Un gris desilusión te ata las manos

con nudos intrincados que entristecen

las tardes del otoño de tus huesos.

Inútil sensación para que sueñes

y olvides las palabras silenciadas

que quieres vomitar pero no puedes.

Alternas el dolor a rebanadas

de amargas confituras subconscientes,

zozobras que te asaltan y murmuran

probables secesiones en relieve

de un íntimo y osado desamparo

que a tientas incompletas te mantiene.

Podrás saltar por firmes pavimentos,

y andar por el portal y las paredes,

angostas de tus hipos y temores,

suplentes de estreñidos alquileres,

mas no saldrás de anclados soliloquios

por medio de una fuga inconveniente.

Subsistes sin que esperes nada a cambio

en cárdenas fracturas de pinceles

quebrándote y mermando en cada línea

sumido en el silencio permaneces.

Aceptas que un pretérito te absuelva

dispuesto a repararte y convencerte

del único acomodo que al engaño

resulta en un adverso continente

y ríes y estupendo te disfrazas

resuelto a entorpecer el cerco breve

que a golpes circunscritos en tu pecho

confunden la razón y la aborrecen.

Ahora que las anchas apetencias

resultan empedrados congruentes,

insólitos desaires, que conducen

sin falta posesiva y no aparece

resuelta en el enigma, se persuaden

y ordenan la incoherencia en tus sainetes.

Dirás que es pretencioso el contrapunto

que apura mis palabras y te hiere;

mejor será que siga mi camino

y muerda el comentario entre mis dientes.

Comentarios

ybris ha dicho que…
Tanto si te lo dices a ti como si se lo dices a otro u otra suena desolador el silencio, la zozobra y el desamparo que empapa tus versos.
Quizás no debieras nunca morder el comentario entre tus dientes porque siempre hay una palabra liberadora en el esfuerzo por expresarnos.

Suerte y ánimo.
Enrique Sabaté ha dicho que…
Todo esto no deja de ser un canto a mí mismo, con permiso del poeta. Desolado...quizá sí...pero bastante lúcido al menos. Y es verdad que los comentarios no hay que dejarlos morir entre los dientes sino expresarlos y gritarlos aunque nadie los escuche.

Un fuerte abrazo.

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