Un caso para un detective.
Silbaba el matemático
romances de Arlequín
y el viejo catedrático
peinaba un peluquín,
el caso es muy dramático
dijera el inspector:
no me parece estético
que a un pobre profesor
con cianuro sintético
le causen tal dolor.
Argumento mayúsculo,
resultan sospechosos
personajes de músculo
y algunos poderosos.
No habrá un lío minúsculo.
-Pregúnteme caballero
que yo le responderé
mando aquí soy el primero.
Por la posición se ve
que esto ha sido un accidente.
¿Y qué quiere que le diga?
pasan aunque no es corriente.
Que el trabajo tiene miga
y se le ha de hincar el diente.
-Señor yo no he preguntado
-Otra vez se adelantó
-Este bobo la ha pifiado
-El pastel se descubrió.
-Detendré esta vez mi enfado.
La investigación es mía
mientras aclaro el asunto
que yo soy el policía
y usted puede ser presunto
autor, hoy ya no es su día.
Comentarios
Se cargan a un profesor y lo único que se sabe es quién es el policía que lleva la investigación.
Justo como al principio de todas las películas.
Menos mal que hay un momtón de sospechosos.
Abrazos
El poema es una solemne tontería.
¿qué vamos a hacerle?, así soy yo.