Letras impuras.
Pasea por mis letras un invierno
en una digestión de asfalto y ruina,
contiene algún remedo de rutina
su paso entre las hojas del cuaderno.
Exigua ejecución de lo moderno,
discurso de carbón que contamina
el uso que al azar se determina
al frío del calor de cada infierno.
Metódicos acordes sin licencia
-en un negro café sin apellidos-
convierten la conducta en experiencia.
Retoma aquel camino del olvido,
perdida en cada labio la inocencia,
resuelta cuando anuncia lo prohibido.
Comentarios
Eso es lo que veo a diario.
El poema lo engrandece pero no deja de ser asfalto y ruina.
Es terrible.
Saludos.
Toro, ni más ni menos que el ir y venir de cada día nos llevan por parajes ciudadanos que quisieramos no estuvieran.