Una estrella del rock
Una estrella del rock y el infortunio
en la cresta violenta de la fama.
Marioneta de un triste psicodrama
en su voz de lobera en plenilunio.
Desdichado juglar sin pentagrama,
fugado en diagonal de los abismos
porosos y engendrados por si mismos
en una brevedad de telegrama.
Arritmias en mortales absentismos,
cadentes y en concierto de amarguras
del éxito en las cumbres más oscuras
cubiertas de dorados espejismos,
Pagana en el altar de las conjuras
de estúpidos cofrades de la envidia
pudientes de la usura y laperfidia
tatuada en pagarés y en escrituras.
Pequeña muselina en una lidia
de roncos jabalís y chatarreros
armados en sus trajes de embusteros
sujetos a la piel de su desidia.
Tenías que perderte en agujeros
malditos de autoengaño y mala estrella
amarga en cada cuello de botella,
lucida en venenosos compañeros.
Si el filo es muy agudo más se mella
y tiende en su dureza a quebrantarse
al punto que termina por quebrarse
igual que rasga el aire una centella.
Comentarios
La fama y la tristeza van demasiadas veces unidas.
Un abrazo, Kike.
Un abrazo.
Ya nos ha dejado su esencia.