Infinito carnaval.
Se terminó el carnaval
hoy solo suenan los ecos
de peleles y muñecos.
¿Quién dio la traca final?
ese gallardo chaval
que en sí tiene confianza:
Quiere inclinar la balanza
y enterrando la sardina
ayer se sacó una espina.
Fue contra toda esperanza.
Bien que está doña Intachable
instalada en sus reales
aposentos; de los males
del mundo no es la culpable.
La vida que es tan mudable.
Y soñamos que partimos
Y al volver cuanto sentimos.
¿Somos sólo carne y sueño?
Viajar fue ese vano empeño
si en ello nada aprendimos.
Somos futura ceniza,
rescoldos en una hoguera
una instantánea quimera,
una luna quebradiza.
La frágil barra de tiza
con que escribimos renglones
de luz blanca en los rincones.
cada uno su mensaje
y cada quien su lenguaje.
¿Uno?, son seis mil millones.
Giran galaxias completas,
invisibles firmamentos,
estrellas que hoy son fragmentos
asteroides y cometas,
satélites y planetas.
El nuestro es de azules mares,
de ocasos crepusculares,
de hojas verdes y amarillas,
de juncos y buganvillas.
Y nuestro río: el Henares.
Comentarios
Y es que la vida es mudable. Quizás por eso enseña tanto.
Un vuelo por otros mundos infinitos y otros tiempos para volver y descubrir el río Henares, que tan cerca teníamos.
(Recuerdos tercos de otros tiempos infantiles por la zona que llamaban "La Barca" hacia el apeadero de Maluque).
Un abrazo.
Me ha encantado la primera estrofa al alcalde, menuda ironía, jeje. Pobre hombre, la verdad.
Y bien por el pobre Henares, que por lo menos sirva para ser cantado.
un abrazo
no seamos en la hoguera
gocemos esta linda quimera
de disfrutar de la vida
Abrazos
Merce
ábrego de la nostalgia,
Ybris, la mínima magia,
grande que en la fe resuelve,
al par que el gozo devuelve
imágenes del pasado
de un tiempo ya extraviado
en un almacén de sueños,
de baúles y bargueños,
tus mundos iliminados.
Don Alegre y tía Vinagre,
complementos, Yin y Yan,
los versos del Capitán
no son de amor son de sangre.
Júlia, pescan al palangre,
son sus usos cuaresmales
escabeche de mortales,
vigilia, ayuno y pesambre;
eleva el llanto sus hambres
y ritos ceremoniales.
Irónico cual el cuervo
es el Feroz Romancista,
Amparo, y equilibrista,
del candente ritmo en verbo,
pobre y loco, nunca siervo
y aborrezco de los amos
de todo aquello que amamos.
Le dejo este afecto frío
a quien dando muerte al río
dice que es así progresamos.
¡SALVEMOS EL HENARES!
Allí en las carnestolendas
Del Cái chirigotero
romancista y marinero,
direte porque me entiendas:
Manuela si tú esas prendas,
amables de tu equipaje,
compartes, y este viaje,
cantas cuplés, pasodobles,
eres de palabras nobles
y un cielo azul tu paisaje.
¡Quién no vive una utopía!
Que coño puede ofrecer:
opinión y parecer
tú y yo en nuestra fantasía,
Mercedes, de cada día.
No como huida del Mundo;
sí por buscar lo profundo,
serenos en la ilusión,
ceniza con emoción
que alegra cada segundo.
Eloisa para luego tu décima, que salgo con prisa.
Un beso a todos.
flamantes hojas de hierba,
polvo de fruta en conserva,
colmillos tras la sonrisa,
somos y andamos sin prisa,
rayo allá en el horizonte,
ruiseñores en un monte
que un amor cantan sus penas,
libres si, mas con cadenas,
entre Cupido y Caronte.