Versos con nocturnidad



Sueña la noche paisajes
de mezquita y abadía
de insumisa rebeldía
y luchas de abencerrajes,
en las espadas salvajes
del fiero conquistador
prisionero de su honor
y de su ambicioso afán,
paso a paso capitán:
toda guerra es un horror.

Tus brujas son brujas pero no dan miedo
que son sólo hembras únicas mujeres,
secretos de vida tienen por poderes,
no anudan terribles rayos en un dedo.

Son los pergaminos de muchos saberes
en frágiles pieles de la valentía
esa que se ejerce en el día a día
que cuida la casa y el bien de los seres.

Algunas son malas ¡qué bueno sería!
no hubiera malicia en hembras y hombres
y bondad prendiera en todos los nombres
y en los apellidos y... ¿el mundo? no habría.


Así que aprendamos los "gentileshombres"
del arte y la savia de las hechiceras
de sus ilusiones y de sus maneras
que no hay diferencia entre los pronombres.



Por una sola vez, por un instante,
aparte de costumbres de almohada
de tópicos reproches para nada
venzamos la decencia y adelante.
Después con todo por decirnos, apurada
la hiel y la saliva entre renglones
escasos de ambición y religiones,
volvamos cada cual a su jornada.
Podrás decir que yo no sé de amores
ni acabas de creerte mi ternura
y no alcanzan mis manos tus favores,
que tú eres de otra pasta de otra hechura
y en mi no encontrarían los pintores
sino la técnica de su pintura.


Un verde de gris cubierto
que en nubes y ventoleras
va dibujando palmeras
de un infinito desierto.
Las voces de este concierto
del agua que canta fuerte
conversa triste la suerte
de mil noches en un cuento
que trae y se lleva el viento
entre la vida y la muerte.


Si pudiera alcanzarte en la distancia
que recorren en segundos los suspiros
y supiese como el águila en sus giros
planear sobre nubes su elegancia.
Terminase por fin la disonancia
que imponen los dramáticos retiros
en campos que sembrados de papiros
evocan tu escritura y tu fragancia.



En cada ojo arrancado
no lava el llanto la herida
ni se devuelve la vida
que se haya arrebatado.
¿Quién y porqué ha cegado
la luz del conocimiento?
Es retórica en el viento
amarga como un mistral
como no es ajeno el mal
al hombre sin sentimiento.


Ojos que miran más lejos
de los sueños y el engaño
de reconocer extraño
cuanto se ve en los espejos.
No necesito consejos
ni mensajes en palomas
siempre en distintos idiomas
que no quieren entenderse
para no ceder ni verse
de azúcar en sus redomas.




Ojos que en la puente del río mirabas,
luz de la coscoja y en la enredadera
de los lampadarios y de la quimera
que tienen los sueños que te imaginabas.
Luz en los caminos que empiezas y acabas
porque todo tiene principio y espera
en este universo la luz de la esfera,
puro cataclismo de fuegos y lavas.
Luz que en la corriente del río es reflejo
de costumbre y paso de penas y gentes
que a tu magia vienen a pedir consejo.
Luces de los ojos y llanto en las fuentes
de lunas de plata y sol oro viejo
en recuerdo amable de nuestros ausentes.


 Montañas de Europa vigías del mar
antiguos arcanos de la Escandinavia
Vindio de los cántabros una Roma rabia

que con sus legiones te fue a conquistar
pero tan arriba no pudo llegar.
Amieva, Cabrales, Las Peñas Cifuentes
Cares, Sella y Deva con sus afluentes,
Cornión, Urrieles, Ándara, macizos.
¿Quién si os ve imponentes con cae hechizos?
¿Cura el mal de amores beber vuestras fuentes?


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