De celebraciones poéticas y días mundiales.
Sin ser el centro del mundo ni siquiera el centro de nuestra pequeña gran ciudad si somos a veces el centro de algún universo paralelo en el que orbitan un puñado de almas con los sentimientos profundamente a ras de tiempo en un preciso instante. Y todo suele ser vanidad salvo ese mínimo momento en el que aparece el más grande desvarío del ser humano que piensa que un montón de personas asistiendo a un conjunción de astros y versos pueden cambiar las geografías mundanas por aquellas que se fijan en los espíritus y quedan impresas en los mapas imaginarios de la memoria a todo color y con todas las curvas de nivel en sus trazos.
Ayer tarde se presentó esa circunstancia, no se alinearon los planetas ni hubo eclipses ni mareas sino que confluyeron quince poetas en un pequeño escenario de una modesta sala en un antiguo hospital de peregrinos y unos noventa espectadores para darse al hermoso hábito de interpretar poesía, vivir poesía por el espacio de dos horas. Pido disculpas a las veinte personas que quedaron fuera, entre ellas mi estimado amigo y excelente escultor Andrés Alcántara, uno de los más reconocidos intérpretes en piedra de la obra cervantina.
El caso es que la tarde, fuera, se presentó gris, lluviosa, fría y cenicienta, ¡ay!, pero dentro, en el pequeño auditorio de Santa María la Rica, el tiempo fue cálido, potente, amable, lírico, en un vals más que humano, impreciso en lo temporal pero perfecto en lo conveniente a las personas.
Dieron para muchos sentimientos dos horas, depararon las múltiples voces un recorrido extenso y sentido por la actualidad de las letras y afirmaron sin lugar a dudas la máxima aquella que dice: Si prentendéis lo mejor para los vuestros sembrad poesía.
Gracias a quienes como espectadores hicisteis la tarde hermosa y gracias poetas porque vuestras voces si no cambiaron el mundo hicieron la tarde amable.
Gracias Rubén, trabajador de la concejalía de cultura del Ayuntamiento de Alcalá por tu apoyo generoso y tu entusiasmo siempre presto y amable.
En entradas aparte contaré de cada poeta. Mujeres y hombres de gran valía.
Gracias.
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