Gustave Caillebote






La Plaza de Europa, una tarde de lluvia. 1877.

Art of Institute of Chicago.

En la perspectiva urbana
la lluvia al atardecer
trae los recuerdos de ayer
a la frontera lejana.
Esmaltado en porcelana
cada adoquín el viajero
persigue y el caballero
acompañando a la dama
observa lo que reclama
su atención, silencio, espero.

En un sin estar ni ser
bajo el gris un navegante
con la mirada distante
en lo que no alcanza a ver.
La prisa, buena mujer,
es fría en la dirección
si no se presta atención
del mal que nos decolora
o de un bien que decora
en contra de la razón.

De tan real impresiona
que huele a gas el farol
y ya que está oculto el Sol
no hay culpa ni se perdona.
No se trata a la persona
ni se cruza la miradas
se ocultan avergonzadas
en indigente acrimonia,
ciudadana ceremonia
de vidas entrelazadas.

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