Omnipresente pereza , atópica ociosidad, madre de inactividad, retrátate con largueza, permíteme la proeza de vagar hora tras hora en inercia pecadora viviendo en la somnolencia con la mayor negligencia que se pueda aquí y ahora. Otros sean diligentes mostrándose laboriosos, solícitos, virtuosos en las cosas convenientes, activos y competentes, asiduos al compromiso que yo a todo soy remiso tirado como un zapato con más calor que mi gato que busca el fresco en el piso. Sé y me consta el beneficio de la labor responsable mas no me siento culpable no aplicando el ejercicio, mi destino es otro oficio que resulte descansado; consejero delegado en un mullido sillón con sueldo, sí, de un millón que será bien empleado. Quizá lo que pido es mucho, nada que otros mil no alcancen con padrinos que los lancen arriba como a un cartucho; yo toda propuesta escucho que aun siendo un pelafustán con alma de ganapán aspiro a mis ambiciones que aporto yo soluciones, las tengo y en estas van. Grave pro...