Una estrella del rock
Una estrella del rock y el infortunio en la cresta violenta de la fama. Marioneta de un triste psicodrama en su voz de lobera en plenilunio. Desdichado juglar sin pentagrama, fugado en diagonal de los abismos porosos y engendrados por si mismos en una brevedad de telegrama. Arritmias en mortales absentismos, cadentes y en concierto de amarguras del éxito en las cumbres más oscuras cubiertas de dorados espejismos, Pagana en el altar de las conjuras de estúpidos cofrades de la envidia pudientes de la usura y laperfidia tatuada en pagarés y en escrituras. Pequeña muselina en una lidia de roncos jabalís y chatarreros armados en sus trajes de embusteros sujetos a la piel de su desidia. Tenías que perderte en agujeros malditos de autoengaño y mala estrella amarga en cada cuello de botella, lucida en venenosos compañeros. Si el filo es muy agudo más se mella y tiende en su dureza a quebrantarse al punto que termina por quebrarse igual que rasga el air...