Un cuento sin importancia.
En un lejano país reino de la gualtrapía la flor de la monarquía sobre el pueblo se hace pis. -Vos no sabéis que decís, pensad que nobleza obliga, no a trabajar como hormiga sino a vivir del pillaje, a estrenar un nuevo traje al día y haber amiga. Lo demás cosa de poco dar el porte de elegante vestir pata de elefante y estirar al tope el moco. Yo soy el rey y me enroco dijo el monarca ya anciano de aquel reino tan lejano de cuando maricastaña no se piensen que es...es caña para divertir Mariano. Porque es muy divertido ver lo caro que va el cobre y la gracia que hace al pobre parado y sobre venido. ¡Qué risa! ¡Qué entretenido! Ir el cántaro a la fuente a reirse de la gente en hermoso carricoche suizo que en negra noche se escabulle facilmente. Y los validos que balen los virreyes de paseo el botijero al liceo que las ovejas se salen. Las cabras puede que escalen las vallas del corralón vayan por tanto capón que ni es gallo ni gallina y en madera de la fina le suelten un coscorrón....