Nos vemos por ahí.
Supuse que mi alma en venta
tendría ningún valor
y comprobé craso error
que por salirme la cuenta
tan solo un euro cincuenta
pude sacar por su peso,
con ella hice un caldo espeso
que amalgamara razones
y entre estas y otras cuesrtiones
volví a hacer hilo en el hueso.
Adiós que esto se termina
que ya no tengo más ganas
de santos ni de peanas,
ni de oler a parafina
enclaustrado en lo que opina
quien por gusto se encadena
a una fingida condena
de sortilegios y sombras
de ácaros en las alfombras
y brujas de luna llena.
Voy, vengo, y me llamo andanas,
triquiñuelista en refranes,
satíricos ganapanes
que en una orquesta de ranas
entre ceres y dianas
se disipan tierra adentro,
en nada y nadie me encuentro
ni participo en coloquios
sino en absurdos cronopios
de las márgenes al centro.
Nos veremos por ahí,
o no, que no importa, acaso,
en el filo del fracaso
se instala siempre por mí
la imagen y es baladí
una pretensión distinta
e igual me da cuando pinta
nublado o una luz clara
figuraciones repara
en cinemática cinta.
tendría ningún valor
y comprobé craso error
que por salirme la cuenta
tan solo un euro cincuenta
pude sacar por su peso,
con ella hice un caldo espeso
que amalgamara razones
y entre estas y otras cuesrtiones
volví a hacer hilo en el hueso.
Adiós que esto se termina
que ya no tengo más ganas
de santos ni de peanas,
ni de oler a parafina
enclaustrado en lo que opina
quien por gusto se encadena
a una fingida condena
de sortilegios y sombras
de ácaros en las alfombras
y brujas de luna llena.
Voy, vengo, y me llamo andanas,
triquiñuelista en refranes,
satíricos ganapanes
que en una orquesta de ranas
entre ceres y dianas
se disipan tierra adentro,
en nada y nadie me encuentro
ni participo en coloquios
sino en absurdos cronopios
de las márgenes al centro.
Nos veremos por ahí,
o no, que no importa, acaso,
en el filo del fracaso
se instala siempre por mí
la imagen y es baladí
una pretensión distinta
e igual me da cuando pinta
nublado o una luz clara
figuraciones repara
en cinemática cinta.
Comentarios
Un abrazo.
¿como no vas al encuentro de Sigüenza?
Rocío
en Sigüenza, entonces tendré
la dicha de escuchar
tus maravillosos temas
al igual que si de un
juglar se tratara, siempre
con tu humor certero.
Un abrazo
Sea como sea, haces que en tí parezca fácillo difícil, porque versar como lo haces, ya tiene mérito para no colocarte unos laureles en tu bien amueblada cabeza...
Valga el piropo sentido. He dicho.
Un abrazo, señor vate.
No hay quejas, ni lamentos, siquiera un sinsabor incomprensible, tan solo que voy deshaciendo realidades que me agrían el carácter y me impulsan a levantar barreras entre mí y los demás, siempre fue así y cada día que pasa me inclina más a no dejarme ver ni aparecer, para evitar convertirme en aquello que mis sentidos rechazan.
Espero que no hayas querido decir que se termina esto, y que nos vemos por ahí. ¿NO?
Abrazo
Sí de momento se acabó.
Gracias.
¿Te dedicas otros menesteres?
Avísanos, porfi.
Un abrazo, Enrique
Gracias.
Bueno, si escribes en privado, pon algo por aquí de vez en cuando.
Un abrazo
Yo también necesito cerrar el blog por temporadas porque me quita tiempo pero al contrario que a tí, me encanta saber de los demás. Cotilla impenitente que es una.
Te deseo una inspiración fecunda, amigo. Un abrazo, Carmen Sabater.
Ya se me pasará.
Gracias.
Un abrazo
Tontás como diría el sabio tio Hermógenes.