Romance para el rabel.
¿A donde va el caballero?
¿donde a su caballo guía?
Por esos parajes tristes
llenos de melancolía.
Por esas viejas montañas
donde ha de arriesgar la vida.
Por esos toscos caminos
En una marcha infinita.
“Voy en busca de mi amada
que un Dragón la retenía,
se la llevó de palacio
entre sus garras malditas
y yo juré por San Jorge
que a por ella llegaría
Llevo armadura de hierro
y un fuego que me crepita
de los pies a la cabeza
que el alma en dos me partía.
No me importa de los montes
ni el agua o la nieve fría.
Ni el fuego de los infiernos
que en aquella cueva habita.
Traigo una espada que hiere
como la hoz a la espiga.
Una ballesta que alcanza
desde Córdoba a Sevilla.”
Ya se marcha el caballero
por donde otros solían.
Encomiéndese a los cielos
A Dios y Santa María
que aquellos que lo intentaron
dejaron allí la vida.
Comentarios
Qué bueno es seguir tus huellas,aunque sea de madrugada...
¿A donde va el caballero?
andariego, triste y ladino
a burlarse del destino
y atrapar su infiel cordero.
Un abrazo
Digno, sin duda, de tu rabel.
Un abrazo.
Un abrazo, caballero, contumaz, andariego y rabelero
Merce
Otro abrazo (¡cuánto abrazo!... y que no falten)
Apuesto lo que quieras a que ella está tan feliz con el Dragón.
saludos romanceros
Por aquellos vericuetos
donde el espíritu avanza
acechado por las dudas
y una ruta equivocada.
No es que burle de su sino
que es seguro que lo alcanza
es solo que no está vivo
quien de la batalla escapa.
Un saludo