Monótono desinterés
Mi pobre y mocha carpeta
con tanto polvo guardado
-lo preciso con lo errado-
sin el hilo que sujeta
mi torpeza, que indiscreta
abre al limbo sus secretos.
Expirados los decretos,
previsibles en ausencia,
aflora en su divergencia
con el mundo y sus sujetos.
La exigua monotonía,
Indisoluble rebaja,
en el monto de la caja
resta de su hipocresía
la desnutrida alcancía,
recipiente de fronteras
que en espinosas quimeras
concibe ruinas de afecto
en este mundo perfecto
al que le sobran barreras.
Un irónico sentido
de exactitud tendenciosa
en arrebato reposa
al límite del olvido,
quizá lo que es perseguido
no es plausible en su propuesta
y en una furia indispuesta
con viveza se desploma,
tal que se olvida la broma
por el interés que presta.
con tanto polvo guardado
-lo preciso con lo errado-
sin el hilo que sujeta
mi torpeza, que indiscreta
abre al limbo sus secretos.
Expirados los decretos,
previsibles en ausencia,
aflora en su divergencia
con el mundo y sus sujetos.
La exigua monotonía,
Indisoluble rebaja,
en el monto de la caja
resta de su hipocresía
la desnutrida alcancía,
recipiente de fronteras
que en espinosas quimeras
concibe ruinas de afecto
en este mundo perfecto
al que le sobran barreras.
Un irónico sentido
de exactitud tendenciosa
en arrebato reposa
al límite del olvido,
quizá lo que es perseguido
no es plausible en su propuesta
y en una furia indispuesta
con viveza se desploma,
tal que se olvida la broma
por el interés que presta.
Comentarios
Contemplas tu entorno cercano y lejano, te sitúas en él desde tu sólida ética y le cantas en serio y en broma.
Es una buena manera de vivir conscientemente y de contarlo.
Y hacer que tus lectores disfrutemos con ello.
Un abrazo.
Mi pobre y mocha carpeta (...)
ES DIFÍCIL MANTENER, además de suscitar, el interés por algo.
Tan acostumbrados como estamos a desechar rápido, dar por no útil casi todo, una vez visto o utiizado.
¡Nos vemos! en Alcalá.
Besos desde esta mañana de jueves, lluviosa, en Getafe: PAQUITA
Un saludo y un abrazo.
Besotes
Nos vemos en Alcala
al que le sobran barreras...
¡Y cuánta razón tienes, amigo Enrique! En sintonía estamos