Un café.

Las tardes en la taberna:

En mi taza de café,

las viejas mesas y sillas

resecas como mi sed.



Viejo cacharros entonan,

entre la mugre de ayer,

melódicas resonancias

en el vals del anaquel.



Gira la rueda y sus dientes

¿qué no han hecho por comer?

Oxidados cachivaches

de estaño y plomo su piel.



Una lluvia silenciosa

inunda, triste, la sien

de un bebedor que se anima

hablando con la pared.



silenciados instrumentos

destemplando un minué

en la amarga partitura

del bolero de Raquel.



Un cubo de hoja de lata

con vocación de sartén.

Crucigrama amarillento

que no intento resolver.



El baúl de algún pirata,

que nunca pisó un bajel,

en pactos con el diablo,

arrepentido después.



Un músico diletante

interpreta sin querer

la sinfónica respuesta

de su mudable interés.



Un funcionario estresado

del incesante vaivén

medita, absorto, entre brumas

etílicas sin cuartel.



Radios que no sintonizan

si no apático desdén.

Agujas de ojos cerrados:

Total…¿qué  es lo qué hay que ver?



El mecánico ingenioso

explicando a un japonés

la realidad en conjunto

y se atraganta al beber.



Un retórico porteño

da vueltas como un burel

a un dramático argumento,

parla y parla y dice… ¿qué?



Una ejecutiva astuta

saca del bolso un pincel,

mira a través del espejo

y ve el índice Nikei.



Estudiantes desmandados,

ruidosos en su tropel,

babilónicos devotos

en las cubas del amén.



Un soldado pinta versos

hasta que dieron las diez;

mandó mudarse de plaza

diciendo: ¿algo habrá que hacer?

Comentarios

Júlia ha dicho que…
Felicidades de nuevo, a ver si te animas a editar algún librito que recoja los poemas!!!
Enrique Sabaté ha dicho que…
Ya hice un intento y no pudo ser. Cuando vuelva a tener dinero volveré a planteármelo. Pensar que me lo publiquen es una entelequia.

Una abrazada.
Amparo ha dicho que…
Qué descripción tan ...¿nostálgica?, quedan pocos cafés con personajes como los que pintas.
Humo por todas partes, humo y humedad: vamos, lo que ya no hay.

Un abrazo
carmen jiménez ha dicho que…
Ummm! Adoro esas tabernas llenas de gente mirándose unos a otros por el rabillo del ojo mientras cada cuál pareciera que está a lo suyo.
Ya queda menos para reunirnos en una de ellas.
Saludos
virgi ha dicho que…
Me transportaste a un café de los de película, de los que ya no quedan. Ví a todos esos personajes desfilando ante un mostrador de mármol, como las mesas. Y el humo flotando y los papeles en el suelo.
Besitos
Enrique Sabaté ha dicho que…
Quizá algo de nostalgia, pero también mucho de realidad. Puede que sólo queden sucedáneos.

Un abrazo y muchas gracias.

Entradas populares de este blog

Vestuarios

Reflejo en mi mismo