Son muchos los descontentos:
demasiada la quincalla,
burlas de traca y cazalla
de poca manga y mal viento.
Trucos del tanto por ciento
y el engaño preferente,
golfos de cuenta indecente
de la patraña y la usura
que ahogan con su basura
al ciudadano corriente.
 
No cotiza la miseria
en cumbre de financieros,
no importan los pordioseros
al que le va bien la feria.
Siendo la cosa bien seria
aquí seguimos callados
en nuestras sillas sentados
dejándonos convencer
por quien maneja el poder
y nos quiere maniatados.
 
Busco sin fin las raíces
y trama de mi quimera
mortal que de dentro a fuera
genera fuerzas motrices.
Sólo es cuestión de matices
que funden lo subjetivo
en un orden primitivo
que por si propio se explica
sin pensar lo que predica
en un instante explosivo.
 

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