Sueños y senderos.
Escribiré un pliego viejo
respetando la verdad ,
dicho con normalidad,
bien relatado….no sé.
Experiencias que pasé
Ajeno a la realidad.
No le pediré a los cielos,
será vana mi expresión,
hablo con resolución
y con el ánimo abierto,
y nadie dude, que es cierto,
el compás de mi canción.
No debo pedirle a Apolo
aunque es dios de la poesía.
No quiero que mi osadía
sea malinterpretada,
es más dura la jornada
sin alguna compañía.
Mas me es difícil creer
en providencias divinas.
Atendiendo a las inquinas
en que anda la humanidad,
imagen de la maldad,
cuando se muestra mezquina.
En todas partes del mundo
vi hijos de la pobreza,
viviendo de su destreza
de mendigar y del robo;
la sociedad, como a un lobo,
pone precio a su cabeza.
Gentes de toda calaña
conocí yo en mis viajes.
Hubo grandes personajes,
y entre todas las raleas,
encontré cosas muy feas,
volví con poco equipaje.
Entré presto en las chabolas,
allí de forma muy digna,
ajeno al papel que asigna
la vida a cada paisano,
me tendieron una mano
doméstica y fidedigna.
Miserias vi en todos lados,
en palacios y salones,
mirando por los rincones
se encuentra la suciedad;
que ninguna sociedad
escapa de sus prisiones.
He visto cosas muy bellas
siendo iluso peregrino;
y en mi loco desatino,
he visto estrellas brillar
ocultándose en la mar
olvidadas del destino.
Me fascinaron mil bosques,
lugares de fresca sombra,
sentado en su verde alfombra
fui un asustado animal
por el hombre que, en su mal,
bellos parajes escombra.
He divisado una verja
que al ir ganando en altura
recordaba la figura,
tímida, de quien escapa
de la suerte que le atrapa
dentro de una selva oscura.
Contemplé rostros marcados
por la luz de la inocencia;
mientras que otros sin decencia,
con instinto sanguinario,
se sirvieron de un sicario
que ejecutó su sentencia.
Gobernantes distinguí
que con gran autoridad
buscan su prosperidad
en la rapiña y el robo,
de ellos, ninguno bobo.
Dueños de toda verdad.
Hombres a su fe abrazados
con fanática fijeza,
condenando con dureza
a quien de ellos disiente,
y no sigue su corriente
ni sus oraciones, reza.
He visto a ciertos señores
que se las daban de tales;
sus poses artificiales
en busca de lo absoluto
están, yo no lo discuto,
cosidas como a retales.
Otros que nunca sabrán
si están locos o están cuerdos
que por no tener recuerdos
ni memoria natural
viven un mundo virtual
sin el hemisferio izquierdo.
Este mundo gira loco,
nosotros también con él;
ardemos como el papel
arrimados a una llama.
Somos el fuego que inflama
ésta torre de Babel.
Encendamos pues la hoguera
quememos toda desdicha,
cada cual tome su ficha
alzando al cielo las manos,
si al fin somos sólo humanos,
caminando tras la dicha.
La ilustración es de mi amigo Manuel Pozo. El poema es mío pero de hace años.
Comentarios
Felicita por el dibujo, y por supuesto, diviertidísimo el poema. A las cabañas bajé.
Lo bueno es haberlo visto todo.
Un abrazo
"El hemisferio izquierdo, es la parte motriz capaz de reconocer grupos de letras formando palabras, y grupos de palabras formando frases, tanto en lo que se refiere al habla, la escritura, la numeración, las matemáticas y la lógica, como a las facultades necesarias para transformar un conjunto de informaciones en palabras, gestos y pensamientos."
De la Wikipedia.
Hay quien quiere que vivamos así.