Payaso en la calle

Sin pistas, lonas ni carpas
por oficio el de payaso
en el mundo y anda escaso
de garras, dientes y zarpas,
es más de Bécquer y arpas,
jácaras y melodías,
mojigangas, fantasías
de caballeros andantes,
de rucios y rocinantes,
son sus típicas manías.


Él es el alba del genio,
bufón burlón primigenio,
festivo autor delicado,
sentimental e inspirado
flor nueva de este milenio.
Un bombín verde de seda.
Una mágica humareda
le envuelve por toda gala.
Su sonrisa la regala,
dale, tú, alguna moneda.


Virtuoso equilibrista
en el mundanal trapecio
donde sólo triunfa el necio,
y el arrogante arribista.
Nada para sí conquista,
poca riqueza ambiciona,
-un rey pero sin corona-,
calor, luz y maravillas,
carcajadas y cosquillas,
mimo y solo una persona.

Comentarios

ybris ha dicho que…
Siempre me cayeron excepcionalmente los payasos, esos seres pacíficos y capaces de reírse de sí mismos y de sonreír a todos.
Los temibles son los payasos que no saben que lo son.

Abrazos.
Juan Antonio ha dicho que…
Extraordinario compañero, yo que llevo un pequeño payaso en mi interior, yo que siempre llevo en mi bolsillo una nariz roja de urgencia, suscribo todas y cada una de las palabras que has escrito en este precioso poema. Hay una vocación más hermosa que la de ser PAYASO...
Enrique Sabaté ha dicho que…
Ybris, Juan Antonio. Payaso es aquel que ríe y hace reir, aun cuando la naturaleza nos quiera hacer llorar.

Salud.

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