La pastora
Jean Françoise Millet
La pastora. !864.
A Pastores De Los Picos de Europa.
Sin temor al lobo, hielo ni nevada,
ni al ruido del trueno bajo la tormenta
o la ruda tarde tosca y cenicienta
en frágiles pasos bajo la rosada.
Al húmedo vaho de la madrugada
aunque traiga el agua y la piedra violenta
cuando así es la vida y así se presenta
un día tras otro y en cada jornada.
El trabajo duro en la cuadra, el aprisco,
al fondo en el valle o en el alto risco,
o allá entre las trochas de la trashumancia
la diaria prueba de la circunstancia
el sol riguroso y el fiero pedrisco
tu supervivencia es pura constancia.
La pastora. !864.
A Pastores De Los Picos de Europa.
Sin temor al lobo, hielo ni nevada,
ni al ruido del trueno bajo la tormenta
o la ruda tarde tosca y cenicienta
en frágiles pasos bajo la rosada.
Al húmedo vaho de la madrugada
aunque traiga el agua y la piedra violenta
cuando así es la vida y así se presenta
un día tras otro y en cada jornada.
El trabajo duro en la cuadra, el aprisco,
al fondo en el valle o en el alto risco,
o allá entre las trochas de la trashumancia
la diaria prueba de la circunstancia
el sol riguroso y el fiero pedrisco
tu supervivencia es pura constancia.
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