La vieja e inconsciente Europa.

Las Bellas de Berlín, mis bailarinas, rechazan la violencia, las fronteras, son sueños en coral, cabareteras compuestas de marfil y perlas finas. Perfectas danzadoras parisinas, indómitas, impuras bayaderas, imágenes futuras de trincheras, nostalgias de asustadas golondrinas. Las damas más procaces, caballeros, libérrimas, rebeldes, más valientes que fuese un capitán de coraceros. Orgullo de un pasado de ocurrentes locuras elegantes; y sombreros de copa y emplumados sugerentes. Enrique Sabaté. 27 de febrero de 2015.