Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2015

pastores

Imagen

Soneto, -inglés-, sin más.

Hoy la tierra brotaba de azucenas con amargo dolor por los barbechos y la carne librando sus cadenas con un hondo gemido en nuestros pechos. Alambrados los dedos a la esencia de una voz fatigada en sus semillas que nacieron mortales a conciencia para ser horizonte de gavillas. Hoy los cerros se esconden de la Luna y en los olmos anidan gavilanes, a la espera del día y su fortuna suena un cántico hilado por chamanes. El vacío es total y en su morada tenemos una plaza asegurada. Enrique Sabaté.

Ponto Euxino.

Trivial y trascendente en los espejos, de cerca un escapista a lo canalla, disponible en la próxima batalla  contra el ácido azogue en mis complejos. Hurón en esta tierra de conejos, Guzmán y Monipodio en la quincalla, que pierde y nunca tira la toalla en lucha contra todos sus manejos. Trovero tremebundo y botarate con trazas de serrín en la azotea y un bote de betún de calafate. Cabeza iluminada que desea la brújula del rumbo en el petate, y un viento de levante en cada idea. Un loco en absoluto de remate con cierta ebullición en las meninges a un punto de sibilas y de esfinges. Enrique Sabaté.

Vanitas clausus

Vanitas clausus. Mi nombre es la reserva de Poniente con título de títere consorte y en este sustantivo pierdo el norte a poco de seguiros la corriente. Me apodan malos pelos e impaciente que araño el clavecín y el pianoforte en una división después de un corte tajado en suficiencia inteligente. Mi título es nobleza y tratamiento cortés en el que nombro al ser humano y apelo a lo esencial del sentimiento. Yo soy el anagrama ciudadano escrito en un epígrafe que al viento se suma en revoltillos de verano. Bohemio y miliciano de causas que concluyen en derrota empiezo una vez más mi chirigota. Enrique Sabaté.