Pan quiere la vaca
y yo le doy pan
con curioso afán
de mi mano saca
como una carraca
el reseco trigo
que amasó el amigo
después de segado
yo andaba empapado
y con poco abrigo.
La tierra gallega que en verde humedad con la soledad de las almas juega y en belleza entrega lo que no recibe el paisaje escribe versos ateridos de abrazos dormidos que nadie percibe.
La tierra gallega que en verde humedad con la soledad de las almas juega y en belleza entrega lo que no recibe el paisaje escribe versos ateridos de abrazos dormidos que nadie percibe.