Gracias Señora de las letras. A Ana María Matute.
Tu vuelo inventa gozo, risueña golondrina, galante dama airosa de letras placenteras, los cuentos que imaginas descubren primaveras, palabras tan discretas que amansan volantina. Visiones de revuelta, en tiempos de hornacina, salpican tus paisajes de magias y quimeras venciendo en la ponzoña de intolerables fieras que quieren afligirte en la tarde amarantina. Tu voz calla la cuita sombría del ocaso en juego de escondites con silfos y nuberos, alegres edecanes que atrae tu porsiacaso. Tus duendes dadivosos, humanos compañeros, contentan a los tristes que aprecian en traspaso, radiosas salamandras que incendian nuestros fueros.