Aquí no hay reversos.
Observa, todo es polvo de futuro, estafa que al sujeto condiciona. El dedo acusador marca y corona el punto de inflexión que rompe el muro. Encuentra un parteluz en el conjuro que niega cada súplica ramplona. La mímica de quien se desazona por arte de la sátira y lo impuro. No arrastres absolutos a la aguja, cercando tu razón con alambradas, ni huyas la ocasión de ser granuja. Estima los favores de las hadas, narrándote en la bola de una bruja, y vuelve cada noche a las andadas.