La sátira del jueves.
Un burro en la Nacional Dos y se atasca.
"Es extraordinario",
dicen, y no hay tal,
que pasara un burro
por la nacional.
Si los hay a cientos
y los veo yo
que allí se conducen
sin educación.
El agua me sabe rara
y el aire se contamina.
La polución nos domina
y el ozono se dispara.
Como ninguno esto para
iremos con escafandra
mutados en salamandra
o en una vulgar y tosca,
sencilla y humilde mosca.
Profecías de Casandra.
Debo decir y lo siento:
parecen patio de escuela
-“¡A qué me chivo a mi abuela¡”-
el Pleno y el Parlamento,
también el Ayuntamiento.
-Que me lo has llamado tú
-¿Yo, qué dices Belcebú?
- Tú le das a la botella
- Yo te pongo una querella
que me llamaste cebú.
Puede leerse en la obra:
hay gitano vigilante
si afanas aquí tunante
con un burchante te sobra
que aquí el que la hace cobra.
¿Rige la ley de la selva,
no habrá alguno que devuelva
la razón a la justicia?
A ninguno beneficia
que un disparo algo resuelva.
Comentarios
Lo de los "gitanos vigilantes" tiene lo suyo (yo diría si no fuera un poco pedante que eso es un oxímoron). Sobre la polución, el otro día leí que el agujero de ozono está dejando de ser un peligro gracias a las medidas tomadas.
A ver. Salvados por la campana.
Abrazo.
Entre seriedades y bromas es un placer leerte para acabar la semana con sonrisa de oreja a oreja.
Aunque la procesión vaya por dentro.
Un abrazo.
Saludos.
Ybris; mi querido y sabio amigo; las procesiones es mejor que vayan por dentro que en andas multitudinarias.
Leimonstar; con tu permiso:
Estrellas de agrio limón
lloviznaban ayer tarde:
dejan que en el pecho guarde,
con la mejor intención,
sueños, como Faetón,
de ser del Sol el auriga;
Sé que soñar se castiga
prendiendo el alma de un hilo
y el camino siempre al filo;
mas su nobleza me obliga.
Un abrazo a los tres.
Mil gracias y dos besos dulces.