Sombras de otoño.
La sombra nos invade la mirada
el día que la luz es más brillante.
Recoge tu equipaje caminante
tus láminas de fuego y llamarada.
No evites de la pena la llamada,
tu marcha es patrimonio de gigante,
pertrecho de un sencillo y expectante
acervo en locución acicalada.
Acepta los discursos disidentes:
disipan las arengas tenebrosas
de rancios madrigales evidentes.
No olvides que en la sangre de las rosas
se encuentran las palabras inconscientes;
mañanas de quimeras asombrosas.
Guijarros y hojarasca en un bostezo
de otoño ocre y carmín y madrugada.
Tapices naturales guarnecidos
en una exhalación de sinfonías
que entonase su aliento en la avenida,
en los viejos parterres de coníferas,
en los álamos, acacias y matojos
silenciosos, huraños y aburridos.
En la espera que ve crecer la vida
en los ojos de niños estridentes
que arrastrando sus pasos variables,
en un juego de alondras y jilgueros
-en su empeño de hermosas melodías-
se animasen de nubes y esperanza.
La imagen vuelve a ser tomada del blog de mi hija Sara.
http://autourdelacoquetterie.blogspot.com/
Comentarios
Bien sentí no poder estar con vosotros en la reunión del 26.
Enhorabuena por todo.
Por tus versos ya te he felicitado siempre.
Un abrazo.
La foto es preciosa, ya estuve de visita y me zampé una pastillita de colores.
Besos, Enrique
Hasta pronto
El blog de tu hija está, precioso, una artista! que orgullo para ti.
Me mató de la risa tu comentario en mi blog. Un besazo
Y quiero al mismo tiempo felicitarte por tu poesía, directa, llana, poderosamente auténtica sin perifollos ni adornos inútiles...me gusto mucho tu intervención....un abrazo de azpeitia y espero que pronto nos volvamos a reunir.
Ybris, ya te he dicho que te echamos de menos.
Virgi, el otoño tiene grises, ocres y dorados, es la estación un tanto decadente pero tan inspiradora que rezuma posibles.
Marian, ya me pasé, muchas gracias.
Circe, me encantó como contaste la anecdota.
Azpeitia gracias, cada quien hizo lo mejor que sabía, fue una tarde estupenda.
de otoño ocre y carmín y madrugada.
Tapices naturales guarnecidos
en una exhalación de sinfonías
que entonase su aliento en la avenida"
Enrique:
Versos de otoño, sí, pero tan cercanos... los veo desde la ventana en la que escribo. No se llama ordenador essta herramienta, su nombre es "mirador a la naturaleza"
Un abrazo desde este lugar del Corredor.
Un abrazo. PAQUITA
a los demas gracias por vuestras palabras, me alegra mucho ver que mis trabajos gustan
besos
Un fuerte abrazo!
esquiva.
abrazo
"La sombra nos invade la mirada"
"No evites de la pena la llamada"
"Acepta los discursos disidentes"
"No olvides que en la sangre de las rosas
se encuentran las palabras inconscientes".
Creo que me aprenderé el poema completo, pero de momento me quedo con estos versos para poder ver las sombras con otros ojos.
Mis felicitaciones una vez más. Creo que lo mejor de la noche Gijón es la oportunidad de conocer e ir descubriendo a grandes poetas como tú.
Un abrazo.
Paquita, no me pinches que salto por los aires.
Sara, gracias, como no van a gustar tus trabajos si pones el alma en ellos.
Seasirens, el otoño nos trastoca, lluvias, días más frescos, parques amarillos, bosques con olor a setas, duencillos entre ellas y agujas de pino con burbujas.
Amparo, ya ves que tiene buena visión Sara. Ella hizo la foto yo me la traje de su blog.
Media Luna, tus palabras me sonrojan, no soy un poeta grande, soy un coplero menor.
Saludos a los dos.
Cada estación tiene su encanto, pero el Otoño tiene uno muy particular, el de la tristeza, por eso especialmente me ha gustado este verso del soneto:
"No evites de la pena la llamada"
Esa pena nos hace sentir que estamos vivos y también se puede disfrutar de ella.
Un abrazo, amigo Enrique.