El momento

Estallarán los párpados codiciosos
por los pasos que llevan al ocaso
libres, entrometidos en las fauces de los herreros
se quebrará la luna en la torpes fraguas
y en el vino que celebra el mediodía
sin saber que las noches son de pronto
el único remedio a tantas dudas.
Asidos de las manos de los dioses
es fácil recurrir los pensamientos
del otro que no expresa el mismo idioma
o vive en desacuerdo de intereses
con dueños de la farsa; incombustibles
pretéritos y astutos comediantes
burlones y capaces del engaño
más sucio y circunspecto.
Ahora que es momento, sal y grita
los vientos y sus pares te han llamado
y no vas a esperar que sea tarde.

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