Don Miguel y Avellaneda.






Melindroso se nos puso Don Miguel
con la obra del osado Avellaneda
desdoblando a la cuadrilla en almoneda
caballeros en los pliegos de cordel.

Por caminos de ensoñada polvareda
y muy claro se comprende vuestro enfado
situar al tal hidalgo en otro estado
porque acaso vos penséis que os deshereda.

Echad la culpa al hambre de oro y seda
que acaba en un delirio consentido
sabiendo que el mugriento socorrido
hará por las lentejas lo que pueda.

Sabéis que Don Quijote dejó el nido
por mano y pluma de vuestro talento
no puede ser negado cada intento
por vos que sois un galgo bien corrido.

Así vuestra merced con este cuento
no tema que este siglo ya lo ensalza
y sabe cada cual el pie que calza
que vive mucha prole de su invento.

Porfíe si es que quiere y siga al alza
Su duelo  don  Cervantes Sayavedra;
 impresa  como al fuego en bronce y piedra
quedasteis  la palabra que os realza.

Comentarios

genessis ha dicho que…
Señor mio,
qué poema!

Saludos cordiales Enrique.
Enrique Sabaté ha dicho que…
Muchas gracias, un saludo cordial también para ti. Unas pocas rimas.

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