Mordaz y poco exitoso.
Irónico burlón de su apariencia,
batalla y polemiza con su aspecto,
se muestra apaciguado y circunspecto,
jocoso lidiador sin competencia.
Se ríe de lo humano sin conciencia,
brutal por superior es su intelecto
sabiendo que tan sólo es un insecto
quien peca de soberbia y suficiencia.
Podrán los petulantes, con su orgullo,
prender de vanidad jactancia y fuego
sus torpes oropeles y fanfarrias.
Son sólo esas bravatas un murmullo
de falsa vanagloria, un fatuo juego
del ego ultramontano, sus cazcarrias.
batalla y polemiza con su aspecto,
se muestra apaciguado y circunspecto,
jocoso lidiador sin competencia.
Se ríe de lo humano sin conciencia,
brutal por superior es su intelecto
sabiendo que tan sólo es un insecto
quien peca de soberbia y suficiencia.
Podrán los petulantes, con su orgullo,
prender de vanidad jactancia y fuego
sus torpes oropeles y fanfarrias.
Son sólo esas bravatas un murmullo
de falsa vanagloria, un fatuo juego
del ego ultramontano, sus cazcarrias.
Comentarios
Aunque a veces ayuda si es suficientemente jocoso.
Sobre todo con el propio aspecto entre insecto e inteligencia superior.
Juegos fatuos de ego ultramontano.
¡Muy bueno!
Un abrazo.
Enrique anónimo. Pero menos.
Un abrazo. Espero saludarte en Braojos.
¿Va dirigido el soneto a alguien conocido? Curiosa que es una...Me digo que más vale el anonimato a veces que estar en un sin vivir o metido en la angustiosa fama o...falsa fama del engreído.
Un abrazo
Gracias por tu visita.
Me he fijado que has vuelto a escribir, me alegro mucho.
Nos vemos.
Yo andaré unos días fuera, así que no podré visitaros a nadie.
Un fuerte abrazo.
Saludos.
Uf! No creo que haya gente que se aleje de la gloria por propia decisión, sinceramente.
Abrazo
Abrazote
Merce
Abrazos.
Amparo, debe ser mi hernia de hiato que me provoca esa qumazón en la boca del estómago y me inclina a tener tanta mala leche a veces.
Por cierto conozco a mucha gente con talento que para anda quiere la gloria, nada que ver conmigo por supuesto.
Gracias por tu visita Rafael, muy buenos tus dos últimos monólogos.
Merce. tanto huero está en las alturas... es sin duda la república de los mediocres que vivena expensas de otros talentos. Ejemplos mundiales hay.
Beauseant. Como dijiste tú cierta vez hay que hablar raro para ser escuchado, aunque no te entienda nadie. Lo dijo Cervantes, no os arriméis a mi que soy de cristal y me rompo.
Un abrazo.