Payaso en la calle
Sin pistas, lonas ni carpas
por oficio el de payaso
en el mundo y anda escaso
de garras, dientes y zarpas,
es más de Bécquer y arpas,
jácaras y melodías,
mojigangas, fantasías
de caballeros andantes,
de rucios y rocinantes,
son sus típicas manías.
Él es el alba del genio,
bufón burlón primigenio,
festivo autor delicado,
sentimental e inspirado
flor nueva de este milenio.
Un bombín verde de seda.
Una mágica humareda
le envuelve por toda gala.
Su sonrisa la regala,
dale, tú, alguna moneda.
Virtuoso equilibrista
en el mundanal trapecio
donde sólo triunfa el necio,
y el arrogante arribista.
Nada para sí conquista,
poca riqueza ambiciona,
-un rey pero sin corona-,
calor, luz y maravillas,
carcajadas y cosquillas,
mimo y solo una persona.
por oficio el de payaso
en el mundo y anda escaso
de garras, dientes y zarpas,
es más de Bécquer y arpas,
jácaras y melodías,
mojigangas, fantasías
de caballeros andantes,
de rucios y rocinantes,
son sus típicas manías.
Él es el alba del genio,
bufón burlón primigenio,
festivo autor delicado,
sentimental e inspirado
flor nueva de este milenio.
Un bombín verde de seda.
Una mágica humareda
le envuelve por toda gala.
Su sonrisa la regala,
dale, tú, alguna moneda.
Virtuoso equilibrista
en el mundanal trapecio
donde sólo triunfa el necio,
y el arrogante arribista.
Nada para sí conquista,
poca riqueza ambiciona,
-un rey pero sin corona-,
calor, luz y maravillas,
carcajadas y cosquillas,
mimo y solo una persona.
Comentarios
Los temibles son los payasos que no saben que lo son.
Abrazos.
Salud.