Poeta en exceso.
Ciudadano ejemplar no lo era
era más de botella y guitarra
y de noches de juergas y farra
en tugurios de fama y solera.
Era aquel que a los duendes pusiera
a su lado a beber en la barra
el que al vuelo las musas agarra
y les supo birlar la cartera.
El artista locuaz prodigioso
a quien niegan troyanos y tirios
el aliento vital y precioso.
Su recuerdo acompasan los lirios
y del genio al poeta glorioso
de epitafio sus muchos delirios.
ESR2014.
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