De luz.

Eres luz y luz te nombro
sobre todas las distancias,
los aromas las fragancias
y objeto de mi asombro.
A ti que prestas tu hombro
para que consuma el llanto.
Eres el amor a tanto
y pides tan poca cosa
que el pétalo de una rosa
es tu color puro y santo.

Decididamente alada
mujer hecha de verdades
sin obtusas vanidades,
amiga en cada jornada.
Dulce y tierna camarada,
Excelente compañera.
Luminosa enredadera
que alegra muro y pared
y el agua para mi sed,
es sencillo que te quiera.

Eres cada nuevo día
un horizonte distinto,
la razón pura, el instinto
que vive en tierna utopía.
El sueño, la fantasía
que con creces me alborota.
El enigma de la ignota
tierra del todo hechizada
por el bardo bien cantada
aún con voz oscura y rota.


Enrique Sabaté. 24 de febrero de 2015.

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