Décimas.
Soy burlador
y algo zumbo
convivo bien
con mi guasa
en el zaguán
de mi casa
en diván
viejo me tumbo.
"Sin
desviarme del rumbo"
persigo
sueño y quimera.
No me guardo
en la barrera
y arriesgo
cuando es preciso
porque vivo
sin permiso,
da igual lo
que el mundo quiera.
¿Para qué
voy a negarlo?
Lo capta un
tuerto de un ojo
en la fragua
un hierro al rojo
"es
imposible tocarlo".
Si quisieras
atraparlo
habrá de ser
con tenazas.
Un valentón
muy bocazas
dijo en un
tono tenaz
yo de ello
soy muy capaz
por manos
tiene hoy dos tazas.
Tanta guerra
y destrucción
que rasga y
rompe el planeta
no hay
compasión ni respeta
el humano
otra elección
que la
propia y su opinión.
Al semejante
se mata
se lo
esclaviza y se ata.
El mundo a
su mal se asoma
"parece
que se desploma"
se destruye
y desbarata.
"Se
unen el mar y el cielo"
en la raya
allá a lejana
y el sol
brillante engalana
mar y tierra
con un velo.
Tienes
mirada de hielo,
me dices, y
te sublevas.
Sola
imaginas y elevas
sin motivo
tu opinión
será que en
el corazón
dentro,
encendida, me llevas.
Enrique
Sabaté.
¿De mí que
dirá la gente
otro que
quiso y que pudo?
Hombre que
nació desnudo
y fue común
y corriente.
Yo sé que he
sido decente
y enfrento
así mi destino.
Vista de
lana o de lino
más o menos
elegante,
senda y
viaje constante
"sin
horizontes camino."
Más allá de
nuestro anhelo
del cosmos y
sus distancias,
deseos y
circunstancias
conforman
pátina y celo.
Te amo desde
este suelo
donde todo
queda escrito.
En silencio
sin más rito
que las
ganas de abrazarte,
quizá, ¿porqué
no? alcanzarte
"donde
se une el infinito".
Enrique
Sabaté.
No hay
palabras que escribirse
puedan ni
con la boca decir,
ni me atrevo
a presumir
de saber que
es consumirse.
No esperar,
y maldecirse
por un amor
embustero.
Y mi voz
siendo un reguero
de pólvora
que explosiona
en ti, al
hacerlo pregona
"no
sabes cuanto te quiero".
Hay días de
calendario
dedicados a
tal cosa
a la poesía
a la prosa
a cualquier
acto palmario.
También a
algún corolario
e incluso al
verso en endechas.
A Cupido con
sus flechas
le dieron
día por fin
digo yo en
San Valentín:
"el
amor no tiene fechas".
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